Los dos puntos son un recurso válido para recargar a mano izquierda de la frase los elementos más informativos, las palabras portadoras de información.
La pauta que da la Real Academia Española de la Lengua para la utilización de los dos puntos es tan amplia que este nuevo uso bien podría justificarse a la luz de sus normas:
-“Los dos puntos preceden las citas textuales”.
- “Los dos puntos (:) detienen el discurso para llamar la atención sobre lo que sigue”.
- “Se emplean los dos puntos para conectar oraciones o proposiciones relacionadas entre sí sin necesidad de utilizar otro nexo”.
En términos de Internet, los dos puntos hacen el papel irregular de la preposición, que permite recargar a mano izquierda las palabras portadoras de información.
Palabras que no funcionan para iniciar títulos (así como párrafos, intertítulos o ítems en una enumeración):
Los artículos (el, la, los, las, un, uno, unos, una, unas…) están dentro de la categoría de las peores palabras para comenzar frases, en especial títulos (bien sea externo o por diferenciación tipográfica), intertítulos e ítems en enumeraciones.
No empezar con expresiones de enlace como: además, a saber, ahora bien, al menos, al parecer, a pesar de eso, así, así pues, así y todo, ciertamente, con todo, cuando más, de hecho, de todas formas, de momento, después de todo, dicho esto, en cambio, en consecuencia, en efecto.
Minimice la puntuación, racionalice el número de ideas que entrega en las frases (y controle su longitud)
Siempre hay una relación directa entre el número de ideas que el autor intenta introducir en la frase, la puntuación utilizada para crearla, y la longitud de esta. Al reducir el número de ideas por frase, se minimiza la puntuación y se reduce el tamaño de la frase.
Las frases largas obligan al usuario a establecer relaciones complejas entre las ideas de la frase, y son difíciles de leer y entender.
‘La frase corta alarga la vida laboral del redactor’
La frase larga es enemiga de la buena lectura. Aunque la claridad de una oración no depende sólo del número de palabras que contenga sino de las relaciones entre ellas y los conceptos que expresen.
Los consejos de lecturabilidad recomiendan usar frases que se mantengan entre las 20 o 30 palabras.
No se trata, por supuesto, de que toda frase tenga un número determinado de palabras. Tampoco de que todas las frases obedezcan a la misma extensión, lo cual resultaría ejercicio monótono y opuesto a la naturalidad del estilo, que es parte de su gracia. La pequeña fórmula radica, en alternar frases de diversa longitud.
La pauta que da la Real Academia Española de la Lengua para la utilización de los dos puntos es tan amplia que este nuevo uso bien podría justificarse a la luz de sus normas:
-“Los dos puntos preceden las citas textuales”.
- “Los dos puntos (:) detienen el discurso para llamar la atención sobre lo que sigue”.
- “Se emplean los dos puntos para conectar oraciones o proposiciones relacionadas entre sí sin necesidad de utilizar otro nexo”.
En términos de Internet, los dos puntos hacen el papel irregular de la preposición, que permite recargar a mano izquierda las palabras portadoras de información.
Palabras que no funcionan para iniciar títulos (así como párrafos, intertítulos o ítems en una enumeración):
Los artículos (el, la, los, las, un, uno, unos, una, unas…) están dentro de la categoría de las peores palabras para comenzar frases, en especial títulos (bien sea externo o por diferenciación tipográfica), intertítulos e ítems en enumeraciones.
No empezar con expresiones de enlace como: además, a saber, ahora bien, al menos, al parecer, a pesar de eso, así, así pues, así y todo, ciertamente, con todo, cuando más, de hecho, de todas formas, de momento, después de todo, dicho esto, en cambio, en consecuencia, en efecto.
Minimice la puntuación, racionalice el número de ideas que entrega en las frases (y controle su longitud)
Siempre hay una relación directa entre el número de ideas que el autor intenta introducir en la frase, la puntuación utilizada para crearla, y la longitud de esta. Al reducir el número de ideas por frase, se minimiza la puntuación y se reduce el tamaño de la frase.
Las frases largas obligan al usuario a establecer relaciones complejas entre las ideas de la frase, y son difíciles de leer y entender.
‘La frase corta alarga la vida laboral del redactor’
La frase larga es enemiga de la buena lectura. Aunque la claridad de una oración no depende sólo del número de palabras que contenga sino de las relaciones entre ellas y los conceptos que expresen.
Los consejos de lecturabilidad recomiendan usar frases que se mantengan entre las 20 o 30 palabras.
No se trata, por supuesto, de que toda frase tenga un número determinado de palabras. Tampoco de que todas las frases obedezcan a la misma extensión, lo cual resultaría ejercicio monótono y opuesto a la naturalidad del estilo, que es parte de su gracia. La pequeña fórmula radica, en alternar frases de diversa longitud.
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