Nuevas formas narrativas para la Red


Desde luego, el avance del periodismo digital está planteando ya la necesidad de encontrar nuevas fórmulas narrativas y formales específicas para el medio, que no estén tan estrechamente vinculadas a los diarios impresos como hasta ahora.


La supervivencia de los actuales géneros periodísticos, la vigencia de la pirámide invertida, la búsqueda de soluciones visuales para contrarrestar las limitaciones de la lectura en la pantalla son algunas de las cuestiones que se plantean.


Los elementos de la titulación, naturalmente, tampoco escapan a estas nuevas formulaciones, pues si es patente que en un primer momento los diarios digitales suprimieron buena parte de estos elementos, más cierto parece en nuestros días el uso de todos y cada uno de los elementos de la titulación, que no sólo se hace necesaria sino imprescindible para avivar la lectura de los textos periodísticos.


En la red desaparece la diferencia entre medios impresos, sonoros y audiovisuales. La web de un periódico puede ofrecer la reproducción sonora de unas declaraciones; mientras que la página web de una cadena de televisión puede ofrecer todos los textos correspondientes a las informaciones del día.


Algunas emisoras de radio, mediante la utilización de la aplicación Real Audio, realizan sus emisiones a través de la red. Otras, sin embargo, únicamente ofrecen información referente a sus contenidos. La televisión es la que todavía se encuentra algo rezagada frente a la prensa y la radio, debido en gran parte a las limitaciones de resolución de la imagen en movimiento enviada a través de red.


La pantalla soporta bastante peor la lectura que el papel. Por ello, Jacob Nielsen recomienda que los textos para la web sean la mitad de largos que los destinados a la impresión en papel. Además, los lectores de papel acostumbran a mirar primero el conjunto de la página, observando qué temas aparecen en ella para después decidir cuál o cuáles de ellos comenzarán a leer


Otros plantean ya una redefinición de los géneros periodísticos. De hecho, Manuel Gago hace hincapié en la necesidad de modificar las estructuras textuales de la información para su utilización en la Red.


En este sentido, Nielsen aconseja mantener el esquema de la pirámide invertida, pero sostiene que una de las características de estos nuevos relatos debe ser la brevedad, despojando al nuevo texto de ese largo cuello explicativo o de esos párrafos de contexto que el lector ya puede encontrar en la red mediante un simple clic.


Además, el periodista que escribe para un periódico en papel ve su estilo influenciado por la necesidad de ocupar un determinado espacio dentro de la propia página del diario. Esta limitación no tiene por qué existir en un documento web, en el que la noticia tendría su longitud necesaria, en función de criterios puramente informativos.


Los nuevos textos periodísticos, pensados para el periodismo digital, deberán modificar sus estructuras textuales para conseguir una perfecta sintonía entre estructura textual y canal de comunicación.


Los diarios digitales han creado una nueva retórica. La utilización de las redes telemáticas para poner a disposición del usuario del periódico on line la lectura no secuencial, la inmediatez, la interactividad, la profundidad, la personalización y la actualización, entre otras características, de lo que se considera un nuevo medio informativo, han conformado una nueva retórica con unas características específicas:


-En primer lugar, ha sustituido las páginas por secciones, porque el concepto de página deja de tener sentido y se asimila al concepto de sección.


-No existe la noticia a un determinado número de columnas, como ocurre en la prensa escrita. La importancia de una noticia con respecto a otra se observa en su colocación (primera, segunda, tercera pantalla). Se ha perdido la noción de columna y se jerarquizan mediante titulares, secciones y sumarios.


-El interés de la noticia no estará determinado por el ámbito geográfico, sino por otros aspectos como la proximidad temática, afectiva, ideológica, política o social.


-Las posibilidades del diario digital no se limitan a un contenido tradicional, sino que la búsqueda de información se amplía al chat, las cartas, foros de debate, etc.


-Pero no existen cambios en el fondo, ya que el diario digital recurre a los conceptos claves de la redacción periodística de selección, valoración, interpretación, opinión y contextualización para comunicarla de manera correcta al lector, como tampoco existen diferencias a la hora de clasificar los géneros periodísticos en informativos y opinativos.


Básicamente, el lenguaje periodístico contiene unas características elementales que lo definen, y que se adapta, con pequeñas variantes, a todos los medios de comunicación, como son la concisión, la claridad y la naturalidad.


Es netamente pragmático, en el sentido de que debe ser eficaz, siendo además mixto. Por todo ello, el lenguaje periodístico debe adaptarse al nuevo canal y poner en práctica unas formas más cercanas al periodismo audiovisual que al periodismo escrito.


Este lenguaje debe reunir las siguientes características:


-Teniendo en cuenta que el espacio visual de la pantalla se circunscribe a un máximo de 25 líneas de texto (más o menos) y que los lectores de prensa digital prefieren más la utilización de links que las barras de desplazamiento, recomiendan el uso de textos más breves que los que se utilizan en prensa escrita.


-Que los textos sean breves implica también que deberían utilizarse menos oraciones subordinadas, menos complementos en cada oración.


-La redacción debería ser, además, muy tematizada; un texto en el que cada idea nueva se va expresando en una oración; un texto en el que tras dos o tres oraciones referidas a un mismo tema, se pasa a un párrafo nuevo que introduce un nuevo tema.


El lenguaje periodístico que el profesional utilizará en los medios digitales mantendrá las características que definen el estilo periodístico, un estilo que además buscará nuevas posibilidades de adaptación al nuevo medio y que, presumiblemente, se situará a medio camino entre el lenguaje de la prensa escrita y el de los medios audiovisuales, porque, a fin de cuentas, este medio es un compendio de texto, imagen y sonido.


Los textos serán breves, también serán breves las oraciones y los párrafos. Se simplificará la estructura de las oraciones hasta ser ágiles y ligeras pero sin llegar a prescindir de un guiño literario, de un juego de palabras o de unos gramos de ternura o de sarcasmo.


Al igual que ocurrirá con el lenguaje periodístico, también los géneros se adaptan a la red sin demasiadas asperezas.

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